En una tranquila casa suburbana, donde el zumbido de la recuperación debería traer paz, una mujer de 37 años miraba su teléfono con el corazón encogido. Un mensaje anónimo atravesó su frágil mundo, acusando a su esposo de 11 años de infidelidad con una compañera de trabajo llamada Claire. Tras un año luchando contra la leucemia, soportando la quimioterapia y aferrándose a la esperanza, esta traición se sintió como un cruel giro del destino. Su esposo, su apoyo durante las hospitalizaciones y las noches de insomnio, ahora se encontraba sumido en la duda.

El dolor de una infidelidad pasada, enterrado tras terapia y lágrimas, resurgió con fuerza. No solo lucha por su salud, sino por la claridad en un matrimonio puesto a prueba por las mentiras. Los lectores sienten su agotamiento, su miedo a afrontar esto sola mientras prioriza a sus hijos. ¿Se puede reconstruir la confianza, o es esta la última grieta en unos cimientos frágiles? Su historia se despliega con una emoción cruda, arrastrándonos hacia su imposible decisión.

Hace un año, esta semana, me diagnosticaron leucemia (37 mujeres). Ha sido un año horrible para todos. Tuve una quimioterapia agotadora y pasé muchos meses hospitalizada, en estado de muy mal estado, en aislamiento protector. Tuve sepsis y ha sido realmente aterrador. Llevo 5 meses en casa en remisión y recuperándome. Estoy inmensamente agradecida con mi esposo de 11 años (36 hombres).

Ha cuidado de nuestros hijos, casa y animales de maravilla durante mi ausencia. Esta noche recibí un mensaje de texto de un número desconocido diciéndome que mi esposo se acuesta con una mujer con la que trabaja, llamada Claire. Por el apodo que usa en el mensaje, sé que es alguien que lo conoce en el trabajo, ya que es el único lugar donde usa ese nombre.

Hace unos meses estaba muy paranoica sobre su relación con Claire, ya que la forma en que hablaba de ella era extraña. Era muy similar a cómo hablaba cuando me engañaba, dos años después de casarnos. Le pregunté. Dijo que no pasaba absolutamente nada y seguimos adelante. Tras recibir el mensaje y preguntarle al respecto esta noche, ha admitido que ha estado coqueteando con Claire por mensajes y en persona, pero se dio cuenta de que se estaba pasando de la raya y lo dejó “hace como un mes”. Me estoy recuperando, tengo que priorizar a mis hijos y no creo que pueda hacerlo sola. Sería difícil, pero sé que si estuviera bien, podría estar sola perfectamente.

Pero estoy mal/recuperándome y simplemente no creo que pueda hacerlo. Estoy muy cansada. Para ponerlo en contexto, me engañó a los dos años de nuestra relación: me dejó unos meses y siguió con una chica con la que trabajaba, llamada Katie. Me lo ocultó incluso después de irse. Cuando me enteré y él lo supo, me rogó que volviera con él.

Fuimos a terapia de pareja y no ha sido fácil, pero lo hemos superado, o al menos eso creía yo. Tengo el corazón roto y no sé qué hacer. Sé que no merezco esto en absoluto. Me temo que es así, no elegí a una persona leal. Supongo que a veces la gente buena hace cosas malas, pero ¿cómo reaccionas? ¿Qué hago?
ACTUALIZACIÓN. ¡Gracias por todos los amables comentarios! Bueno, han sido unos días horribles, de procesarlo y de intentar comprender qué ha estado pasando. Mi esposo admitió que no fue honesto. No terminó hace un mes o así. Terminó la misma noche que recibí el mensaje de texto anónimo.

Mi esposo insiste en que no habría ido a ninguna parte, que era “inofensivo”. Le señalé que si hubiera sido inofensivo y no fuera un problema, no se habría esforzado tanto en ocultármelo. Ha llorado y me ha rogado que no lo deje. No puedo procesar esto ahora mismo. Estoy muy triste y cansada.

Descubrir la infidelidad de una pareja durante una crisis de salud es como echar sal en una herida abierta. La historia de esta mujer resalta la devastadora intersección entre la traición personal y la recuperación física. El coqueteo de su esposo con Claire, que evoca una infidelidad pasada, plantea dudas sobre la confianza y la lealtad. Si bien él insiste en que fue “inofensivo”, su secretismo sugiere lo contrario, dejándola a ella lidiando con la angustia mientras prioriza su remisión.

La infidelidad a menudo surge de una desconexión emocional, pero el contexto importa. La Dra. Shirley Glass, reconocida psicóloga, señaló en Not Just Friends: “El secretismo es el ingrediente clave que convierte una amistad platónica en una aventura emocional” (fuente: Psychology Today). En este caso, los mensajes ocultos del esposo delatan una ruptura de límites, socavando los cimientos del matrimonio, especialmente durante la vulnerabilidad de su esposa.

Esta situación refleja un problema más amplio: el 20% de los matrimonios se enfrentan a la infidelidad, y los hombres son más propensos a coquetear en el trabajo (fuente: Institute for Family Studies). La reticencia de la esposa a dejar la relación se debe a su salud y dependencia, un dilema común para quienes se recuperan. Su enfoque en sus hijos y su recuperación es pragmático, pero emocionalmente exigente.

Consejo: Debería buscar terapia individual para procesar su duelo y reconstruir su autoestima. La terapia de pareja, como sugiere la Dra. Glass, podría ayudar si su esposo se compromete a ser transparente. Por ahora, contar con el apoyo de familiares o amigos puede aliviar su carga.